El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pide el fin de la Visa Dorada.

El Primer Ministro afirmó el 8 de abril: «Tomaremos las medidas necesarias para garantizar que la vivienda sea un derecho y no sólo una negocio especulativo».

El programa Golden Visa ha sido objeto de crecientes críticas por parte de la UE por preocupaciones sobre la inflación de precios. La decisión de España sigue a la decisión de Irlanda de eliminar el programa por completo y a la decisión de Portugal de poner fin a su programa de visas de no residente.

La Golden Visa se introdujo originalmente en 2013 y otorgaba a los inversores el derecho a vivir en España si invertían al menos 500.000 euros en bienes raíces.

94 de cada 100 visados para inversores están vinculados a inversiones inmobiliarias. Las ciudades elegidas por los inversores suelen ser grandes ciudades como Barcelona, Madrid, Málaga, Valencia y Alicante, y coincidentemente son las que afrontan un mercado tenso y donde es casi imposible encontrar una vivienda digna para quienes viven, trabajan y pagan sus impuestos allí

¿Qué opinan los economistas? Según ellos, la Golden Visa en España no es la principal razón del aumento de los precios inmobiliarios. Entre los principales factores contribuyentes, destaca el proceso de gentrificación, que implica el desplazamiento de la población hacia grandes ciudades con mayores ofertas de servicios, sanidad, trabajo e inversión.

¿Y qué hay del teletrabajo? Un fenómeno que permite desplazamientos sin necesidad de nuevos contratos laborales, cambios en residencias fiscales o mayores complicaciones burocráticas. España es atractiva para aquellos que tele trabajan desde múltiples puntos de vista: Sus precios mucho más bajos comparados con otros países de la Unión Europea, su amplia oferta de servicios y su estupendo clima. El fenómeno es cada vez más evidente. La suba de precios en alquileres se corresponde con un flujo creciente de ciudadanos de otros países que con salarios casi el doble que la media Española, pueden permitirse alquileres que los Españoles no. Se presenta así una ley de oferta y demanda, en la que la última supera a la primera, y dónde existe un grupo de personas que puede pagar dichos alquileres sin implicarles un gasto considerable.

Es evidente que las causas a esta inflación son múltiples, pero que la solución no se encuentra en la supresión de una fuente de inversión, sino en la regulación de las leyes sobre la vivienda y la construcción de viviendas sociales destinadas a los sectores más vulnerables.

En lo que respecta a los inversores, tendrán que buscar alternativas en caso de que deseen una residencia en España.  Nicolás San Román, responsable del negocio de iCapital, Wealth Management Solutions señala que los inversores hispanoamericanos y estadounidenses van a continuar accediendo al permiso de residencia y de trabajo en España mediante alguno de los siguientes mecanismos de inversión:

 

  • 1 millón de euros en un depósito bancario español
  • 1 millón de euros en acciones o participaciones sociales de sociedades de capital españolas con una actividad real de negocio
  • 1 millón de euros en productos financieros emitidos por entidades españolas
  • 2 millones de euros en títulos de deuda pública española
  • Emprendiendo un proyecto empresarial en España de interés general.